TROVADOR CON MUCHA SEMILLA

COROZO

TROVADOR CON MUCHA SEMILLA

Hace ya mucho tiempo se escucha a nivel nacional el nombre artístico de un hombre repentista y humorista: Corozo. Este campesino, Marco Aurelio Giraldo, nacido en el hospital de Granada, pero residenciado desde muy niño en la vereda Los Planes, emigró al pueblo para hacer el quinto de primaria.

-Contáme hombre Corozo, ¿cómo fue lo del Internado de varones?  Dicen que era dirigido por una mujer más templada que la guitarra de Gardel. Mejor dicho, una dama de hierro.

“Hombre Chepe; allá estuve por más de siete años, y conocí a dos personas que marcaron mi vida: La hermana Mayela Hartman de quien aprendí la sencillez y la caridad y a doña Nelly Prada quien con su régimen moldearía mi disciplina, el arte y el orden. Fue dura, no entendíamos, pero ahora agradecemos y soy lo que soy, fruto de ella”.

– ¿Y qué hacían allá cuando no había estudio? Porque los fines de semana o festivos deberían haber sido muy aburridores y largos.

“Ni tan malucos, hombre Chepe. Con Doña Nelly hacíamos Las Noches de Don Bosco, en las cuales había torta de cumpleaños y acto cultural. También hacíamos coplas que escribíamos en las noches. Muchas de las de doña Nelly me las aprendí de memoria”.

– ¿Y dizque te fogueabas con compañeros en las mangas, mientras desyerbaban?  

“Pues, sí; en el arado del Internado tarareaba algunas coplas cojas, sin rima, las cuales eran contestadas aún más desbaratadas e incomprensibles por algún otro estudiante aficionado. Realmente no eran trovas, eran coplas copiadas y aprendidas, pero nada del repentismo que exige la trova”. 

-Oíste, hombre Marco Aurelio. ¿por qué te definiste por la trova y no por otra afición como el fútbol o basquetbol, por ejemplo, sabiendo que en Granada no había ningún referente de trovadores sino, escasamente, algunos copleros aficionados?

“Fue como cosas de Dios, hombre Chepe: Cierta vez, el Internado Campesino debía participar de un encuentro agropecuario del oriente y allí conocí algunos trovadores de verdad que buscaban dentro del público a alguien que se atreviera a trovar con ellos. Como vi que una viejita trovó o, mejor, copleó tan horriblemente que ni se le entendió, (porque tenía floja la caja de dientes), pero con ser así ganó, me animé azuzado por mis compañeros del internado; y vos sabés que un bobo cujiao es capaz de matar a la mamá y entonces me subí al escenario”.

“Más asustado que mico recién cogido, ni alcé la cabeza del piso; pero no sé cómo, contesté trovando. Con eso ya cogí fama y para todo me invitaban. Con ese bautizo público, ya el alcalde de entonces, Jorge Alberto Gómez y Kico (Polonio) de la casa de la cultura me mostraban en la emisora y en todos los actos, incluso a nivel departamental”.

Rezando arrodillado en la calle.

¿Y cómo fue eso de que te arrodillaste en pleno centro de Medellín y te dabas golpes de pecho, hombre Corozo?”

“Aún estudiante de bachillerato me inscribí en la recuperación de la memoria cultural de Granada y debí viajar a Medellín por primera vez. En los intermedios del curso, salía a dar vueltas con otro personaje que hacía también los primeros pinitos, pero como escritor y adscrito al programa, quien me mostraba la ciudad y su historia, los edificios, las catedrales, el Parque de Berrío, la Gorda de Botero, y hasta la Veracruz. Tan asombrado estaba, que, cuando menos lo pensé, me había arrodillado dándome bendiciones al frente de un edificio en la calle Calibío con Bolívar”.

– ¡Párese de ahí, hombre Corocito, que esa no es una iglesia; es el Palacio de la Cultura!  Me dijo sonriendo, José Carlos, quien también me acompañó a comprar mi primer sombrero en la Fábrica Nacional de Sombreros. Además, me enseñó a viajar en el Metro de Medellín y me aconsejaba:  “El puesto se le cede también a las viejitas y feítas; no sólo a las bonitas, corocito”.  

“Cuando terminé los estudios, me fui para Medellín a trabajar en el Hueco, con la familia Gómez Yepes (Los Palacio) y me entrenaba trovando con Javier “Renato”, en las noches de insomnio en esa casa. Posteriormente entré a trabajar con Onofre Yepes, quien, con los Duque de La Cabalgata, conformaron una hinchada grande que me acompañaba a los festivales. Era tanta la demanda por mi actuación que tuve que renunciar a mi trabajo; ya no daba abasto”.

– ¿Y no te daba por estudiar para algo que ya se veía que era tu futuro, hombre Marco Aurelio?

“Después de un grupo de oración, Mercedes, una mujer muy devota, me dijo, así, de una, a quema ropa:

-Aurelito, ¿Usted por qué no estudia para que sea más profesional? –

“Me impactó mucho esta pregunta y fue una campanada de alerta. Por ello entré a estudiar a la universidad. Casi al término de mis estudios en periodismo y locución, comenzaron mis prácticas en Teleantioquia”.

-Y después llegaste a Bogotá, donde tu futuro te estaba esperando de la manera más asustadora, ¿Cómo fue eso con Yamid Amat en la televisión?

¡QUÉ SUSTO TAN BERRACO CON YAMID!

“Una vez participé en un festival de trova en Bogotá y me lo gané. Inmediatamente, del programa CM& nos llamaron al Cachetón y a mí. Creí que era para alguna entrevista por haber ganado el festival; pero la sorpresa fue muy grande:

Yamid Amat, en su programa Pregunta Yamid nos sentó a su lado y nos dijo, sin más ni más, que él haría las preguntas, pero que las respuestas tenían que ser trovando y en directo. El susto fue enorme, pero esa noche, afortunadamente, el rating de sintonía se disparó de tal manera, que Yamid nos contrató de inmediato.

Trabajamos varios años y como el programa se acabó, también quedé sin trabajo, lejos de la tierra que amo, pero resistí. Un día, Yamid me puso en contacto con su amigo Hernán Peláez, de La Luciérnaga de Caracol a donde ingresé con el grupo Revolcón”.

– ¿El trovador santuariano Tuti Fruti es algún referente para vos, ya siendo como sos?

“Tuti Fruti fue mi maestro en la trova; él me pulió el estilo. Le debo todo lo que soy de trovador y deseo que se encuentre muy bien”.

SU ESPIRITUALIDAD

-Corozo es una persona católica practicante. ¿Cómo es eso de ser religioso en un ambiente como tan diferente no solo como ciudad sino en la televisión y la radio, hombre Corozo?

“Es muy difícil serlo en ese medio secular, por el relativismo moral y religioso de que está rodeado el mundo del espectáculo. Los católicos somos una especie rara”.

-Es muy particular y plausible cómo diariamente en el programa a nivel nacional, vos hacés referencia a nuestra tierra natal, Granada:

Pascual! Un día de estos lo invito pa’ Granada, pa’ que vea lo que es bueno. /Yo soy Corozo; Corozo soy yo; nací en Granada y aquí mando yo”.Dice el estribillo diario.

“Puedo olvidar para dónde voy, pero nunca de dónde vengo; porque si no sé a dónde voy y me pierdo, me puedo devolver, pero si no sé de dónde vengo. ¿A dónde retornaré?  Desde siempre he tratado de ser más persona, que artista. Ante todo, reconozco que sin Dios nada de lo que soy, fuera posible.”

Motivado por la entrevista, se me ocurrió “cometer” una trova y la puse a  consideración de Corozo para ver si tenía madera:

“Trove, trove Marco Aurelio; trove sin hacer el oso; porque si no trova en serio, se lo va a llevar ese Corozo”.

 “Madera sí tiene, pero para carpintero, hombre Chepe”.   Y entendí que eso de repentismo no aparece de repente y que trovar es una vocación que se cultiva día a día, como desde hace mucho tiempo lo viene haciendo el granadino Marco Aurelio Giraldo, Corozo.

Hoy por hoy:

Corozo sigue como artista en La Luciérnaga de Caracol. Soporta desde hace cerca de 15 años la apnea del sueño, la cual lo hace sentir que le falta el aire entre 15 y 20 segundos hasta 33 veces en una hora. Es una dificultad que lleva con entereza y, según el diagnóstico más reciente, es producto de un procedimiento mal hecho y actualmente está en tratamiento, a la espera (esperamos todos) de que sea definitivo para que su calidad de vida mejore ostensiblemente.  

Su actual gran pasión: Está casado con la también granadina Carolina Giraldo con quien tiene a Juan Pablo, un niñito educado en valores humanos y espirituales y que a sus dos años y medio ya trata de imitar a su papá, creando espectáculos por donde pasa sembrando huellas. (Mire al bebé Juan Pablo: un trovador literalmente, “en pañales” en este enlace: https://vt.tiktok.com/ZSAc1F7jH/

Glosario:

Cujiao: Retado, azuzado. 

desyerbaban: Quitaban la maleza con calabozo o con azadón. 

 

 

José Carlos

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Acumular durante años en su memoria historias, consejas, anécdotas, dichos y apodos para luego contarlas en un lenguaje sencillo, amable y humorístico fue una tarea que se impuso José Carlos Tamayo Giraldo hace más de 25 años para acrecentar el amor de sus paisanos hacia su pueblo, Granada.